Primas caprichosas.

Entre primas de riesgo y cuñados peligrosos andamos, y no me refiero a esas cenas de Nochevieja y/o Nochebuena en que las mentiras, los muertos escondidos en armarios, vanidades y envidias florecen que da gusto sino a esa prima caprichosa que lo mismo baja que sube y nadie parece poder ponerle freno. En Italia estaba tan subidita ella que Angela y Nicolas pensaron que lo mejor era cambiar al Primer Ministro, así que hicieron la presión justa para que el Presidente de la República, Giorgio Napolitano, llamara a Silvio y le pidiera un poquito de por favor y se pirase. Así que el dueño del Milán AC, el cantante de baladas, el dueño de la mitad de los medios de comunicación italianos (y no italianos) pensó que le sería más cómodo montar sus juergas con la chavalería femenina en su casita de campo si ya no era esa cosa tan engorrosa como ser Primer Ministro, cargo que también le imposibilitaba para poder piropear y echar miraditas lascivas a las ministras de Europa del Este y del Norte que tanto pegarían, pensará él, en sus fiestecitas con piscina y escasos bikinis.
Como consecuencia directa llega un profe universitario, Mario Monti, que fue alto cargo en la UE y ahora es el jefazo de Italia junto a un grupo de aburridos ministros que aunque saben de lo que hablan no están buenas, ellas, ni son showman en potencia, ellos, como el amigo Fini o Bossi, ejemplos del esperpento político trasalpino.
España no es Italia y aunque tenemos Mérida, Tarragona, Telecinco e Itálica gracias al Señor no tenemos a Silvio y sus cosillas...y antes que los buenos de Angela y David (Cameron, Nicolas ya no se ajunta tanto con la alemana-cara-de-palo) le diera un toque al Rey para que hiciera algo con ZP este toma la decisión de convocar a los españoles para que le den una elegante patada electoral a su chico para todo una noche tardía de noviembre, hace dos días.
Ahora Mariano se ajuntará con los que saben de estas cosas para que meta toda las reformas fiscales necesarias en el menor tiempo posible para intentar salir de esta situación que nos lleva además de una prima riesgosa a tener cinco millones de personas en el paro.
Yo que no escondo mi postura rojilla y está de más decir que no quiero que los señores de azul fracasen en el intento, el bien suyo es el nuestro, pero estaré atento a que por el camino no haya más damnificados que los que han provocado todo este lío.

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