Veo y pienso...

“Si algo puede salir bien, saldrá bien”, este es una de las frases con la que una empresa de transporte urgente rotula algunos de sus furgones de reparto. Otras frases también presentes en sus vehículos son “Un atasco es un buen lugar donde hacer amigos” o “No te haces más viejo, te haces más sabio”, mantras en positivo que pretenden decorar con algo de optimismo el gris que se ha instalado en la calle en el día a día. Que una agencia de transporte urgente, siempre van con prisas, haga este tipo de publicidad es cuando menos paradójico y estimulante, y aunque no es caso único si es para mi el más sincero.

Estos días están pasando por televisión un anuncio de Movistar en el que un grupo de ciudadanos reunidos en asamblea deciden los puntos a tratar en una imaginaria reunión con la compañía y que tienen que ver con descuentos, planes de precios, etc. Hablan en un tono desenfadado, con comentarios supuestamente graciosos y espontáneos que no lo son ni en forma ni en fondo.

El Corte Inglés siempre ha estado muy presente en los medios de comunicación ya sea en su vertiente como patrocinador o como simple cliente, ahora podemos ver un anuncio en los que más que promocionar semanas fantásticas o rebajas especialísimas nos venden a su empresa como lugar idílico de compras para un muy determinado sector de la población. En él un grupo de actores representan a los clientes tipo de los grandes almacenes siendo lo mejor de todo la honestidad de la empresa que no duda en darnos el perfil elegido por ellos mismos para ser sus clientes. Yo, desde luego, no me veo reflejado en ninguno de los supuestos que se presentan como posibles compradores en el establecimiento en cuestión.

Son tres empresas, El Corte Inglés y Movistar de larga trayectoria empresarial y publicitaria. Dos grandes de nuestra economía que funcionan de un modo muy distinto pero que tienen en común ser dos ejemplos de empresariado eficaz con excelentes dirigentes que saben dar a sus accionistas (en el caso de la compañía de telecomunicaciones) y propietarios (El Corte Inglés no cotiza en bolsa) los beneficios que esperan. El hecho de que Movistar utilice una de las manifestaciones más hermosas desde la transición para evitar la desbandada de clientes que están sufriendo por la competencia de otras operadoras con mejores precios y trato hace que el efecto, a mi juicio, sea el opuesto al pretendido, el movimiento 15M y Democracia Real Ya! simbolizan la lucha de la calle por un futuro mejor en aspectos en los que Movistar está demasiado lejos.

El Corte Inglés vende caro sabiendo que lo hace, leí hace tiempo que en el precio marcado en sus productos está consignada la partida de todas aquellas personas que entran en el establecimiento sin ninguna intención de comprar (pasar el rato, el aire acondicionado en verano, la calefacción y lluvia en invierno, curiosear, etc...). Esta manera de llevar el negocio es lícita y desde luego que están en su derecho de gravar el precio como mejor les parezca, tienen su público y son felices juntos, al menos no engañan a nadie, por lo menos en los anuncios.

Sin embargo Envialia es distinta, hace publicidad y promoción de buen rollo para todo el mundo que se detenga a leer las frases que rotulan los vehículos de reparto, y aunque nunca he enviado nada con esta empresa (no se muy bien si son cumplidores con sus compromisos de entrega y recogida de paquetes) pero al menos me dan el buen rollo que me sirve como empujón para animarme a hacer algo concreto.

Y he aquí que llego a una visión retroactiva devastadora: he sido cliente durante años de Movistar y he comprado (a toca teja y a crédito) en El Corte Inglés... ¿Soy como esos políticos que se venden a sí mismos y a su partido echando mierda de los demás y que al final acaban por hacer lo mismo que sus adversarios?