"Leones por corderos", más allá del cine.

Dirigida por Robert Redford en 2007 “Leones por corderos” supuso un fracaso en taquilla con una tibia reacción crítica pese a contar con un reparto de campanillas compuesto por Tom Cruise, Meryl Streep y el propio director y con un estimulante argumento: bajo tres perspectivas diferentes, pero relacionadas entre si, explica el cambio de rumbo en la política militar estadounidense en Afganistan auspiciado por el ambicioso senador Jasper Irwing (Tom Cruise). Así pues tenemos al idealista profesor universitario Stephen Malley (Robert Redford) comprometido con el talento de su alumno, brillante pero indolente, Todd Hayes (Andrew Garfield); a una periodista veterana, Janine Roth (Meryl Streep), cansada del uso a su antojo que los poderes de Washington hacen de su profesión y a dos soldados, ex-estudiantes del profesor Malley, Rodríguez y Finch (Michael Peña y Derek Luke), que llevan a cabo una misión en relación al nuevo modus operandi militar antes mencionado.

Se trata de una película sencilla, el senador se entrevista con la periodista para explicarle al mundo su nueva idea para terminar con una guerra que están perdiendo; el profesor se reúne con su alumno estrella para convencerlo de que vuelva al compromiso con sus estudios y para ello pone como ejemplo a los dos soldados que fueron sus estudiantes y que ahora se juegan la vida por no se sabe muy bien el que. Pero lo que trasciende la pantalla, aquello que va más allá del cine, es la manera en que la política de alto nivel busca portavoces en periodistas de prestigio para apoyarse en ellos ante una opinión pública que les da la espalda. Al comenzar vemos a los personajes de Robert Redford mirando en un gráfico las faltas de asistencia del alumno con el que se va a reunir y al senador Irwing estudiando los bajos índices de popularidad del presidente Bush (es senador republicano), es significativo como el senador llama a la periodista que le encumbró como futuro de su partido para darle una exclusiva que resulta ser un regalo envenenado, al final tenemos la sensación que la prensa ha sido utilizada de forma mezquina por Washington. En un agrio debate con su editor en la cadena de televisión para la que trabaja la periodistaargumenta que si durante años apoyaron una decisión incorrecta (la guerra de Iraq) por que ahora iban a hacer caso y dar cobertura de las “buenas” intenciones de un senador con anhelos de Casa Blanca.

Son necesarias películas así, que nos entretengan ofreciendo una reflexión sobre aquello que nos rodea y condiciona; he repasado algunas de las críticas que se escribieron cuando se estrenó “Leones por corderos” y me ha generado un debate interno que enfrenta mi posible (y muy limitada) capacidad crítica con lo que veo/leo/escucho contra la buena percepción que tengo del trabajo de Redford en la cinta que nos ocupa. Para algunos de esos críticos el director de Utah se queda a medio camino en explorar los tejemanejes que un gobierno lleva a cabo para no reconocer errores y variar la estrategia sobre el terreno; se achacaba la película de distante y condescendiente, de no ir más allá de la superficie en un tema que para los EEUU se ha convertido casi en un trauma. Yo no lo veo así, es una película que da pie al debate y la reflexión. Yo no quiero un cine masticado y con la digestión hecha; quiero algo que pueda cocinar a mi antojo, que pueda valorar una vez que sobre la mesa se ponen los puntos a desarrollar. Hay escenas en la película de un enorme valor simbólico, como el debate de los futuros soldados frente a sus compañeros y que termina con una acusación de hipocresía por parte de estos que es rebatida por Finch y Rodríguez con una contundente respuesta que por impactante no desvelaré.

Si de lo que se trata es de analizar la película en los aspectos puramente cinematográficos no encuentro nada reprochable; interpretaciones más que correctas (inspirado Tom Cruise); un guión inteligente y basado en unos diálogos dinámicos para mentes abiertas y un montaje justo en los apenas noventa minutos que dura la cinta.

Ya la había visto en el año de su estreno, y el pasado viernes la volví a disfrutar feliz al comprobar que los años pasados le han hecho justicia y aún más después de todo lo que ha llovido, en lo que ha política se refiere.

Comentarios

  1. En su momento tuve interes en verla pero la verad es que por un motvo u otro, no lo hice. La había olvidado pero despues de leer tu entrada me han dado ganas de hacerlo.

    Por ese motivo no puedo valorar el contenido pero si darte la enhorabuena por la magnifica redacción y mejor ejercicio de estilo.

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  2. Muchas gracias por los elogios, si con esta entrada he conseguido redespertar tu interés en ver la película me siento doblemente feliz.

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