27

Lewis Hopkins murió un 3 de julio de 1969; James Marshall, un 18 de septiembre de 1970; Lyn un 4 de octubre de 1970; Douglas Clarke un 3 de julio de 1971; Donald un 5 de abril de 1994 y Jade un 23 de julio de 2011.

Un ataque de asma; la aspiración del vómito; una sobredosis de heroína; un paro cardíaco; una escopeta disparada por el mismo (a propósito) y en el más reciente por causas desconocidas, aunque no sería descabellado pensar en una de las anteriores o una combinación de las mencionadas, fueron las causas de las muertes.

Todos se dedicaban a lo mismo, a hacer felices a los demás. Para ello desplegaban un talento inusual que mostrado ante el público cargaba el ambiente de magia. Eran músicos.

Obviando el ataque de asma parece que todas las demás muertes estuvieron salpicadas de drogas, alcohol y autodestrucción. Parece difícil entender que quien lo tiene todo sea capaz de mandarlo a la mierda con una salida tan ruinosa. Fueron responsables de sus actos, los buenos, los regulares y los malos. Hicieron que millones de personas se sintieran (y sientan) mejor, y ofrecieron sin pedir nada a cambio un poco de felicidad. Que esta la encontraran en piscinas irrespirables; somníferos mentirosos; la mal-llamada heroína; bañeras con aditivos; escopetas facilonas y Dios sabe que es algo que se escapa al sentido común.

Debe ser muy complicado ser el puto amo y que te lo recuerden todos los días.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Jodido

El trabajo más hermoso del mundo

Consecuentes