Perspectiva.

Los sótanos, desvanes y trasteros son lugares que conviene ordenar y/o limpiar sin depresiones de por medio. Quien se encuentre con el estado de ánimo bajo es conveniente que evite una situación de este tipo.

Mi equilibrio actual me ha llevado a entrar en el sótano con la seguridad de saber que nada de lo que allí me encuentre me va a afectar para mal, porque para bien siempre estamos dispuestos. Así pues junto a una madre infatigable, en cantidad de trabajo y moral, llevo dos días sumido en la búsqueda incesante del deseado orden definitivo en el sótano de la casa familiar.

Pero mira por dónde que tenía que aparecer una carpeta, ya olvidada, en la que guardaba primorosamente los dibujos del año que estudié una cosa llamada (de forma pomposa) Módulo profesional de Electricidad en el Instituto de Formación Profesional Juan de la Cierva (Tetuan, 1993-1994). En aquel curso mi tutor era también mi profesor de Taller y Dibujo Técnico, Gregorio.

El dibujo técnico siempre fue, junto a Literatura (que raro!!), mi asignatura favorita, pero a diferencia de aquella en esta si necesitaba hacer los ejercicios en casa, estudiar y practicar para aprobar. He de reconocer que en literatura era de los que hacía el comentario de texto cinco minutos antes de empezar la clase y de los que se leía los libros de lectura obligatoria la noche antes (con suerte).

Una sonrisa me ha acompañado esta mañana la revisión de la carpeta, recordando cosas que sucedieron aquel extraño año en Tetuán, pero a lo largo de la tarde una pequeña borrasca amenazaba con diluir el buen equilibrio interior del que esto escribe.

“¿Dónde está la perspectiva?; falta la perspectiva;...”, son frases que estaban en la mayoría de los dibujos evaluados por mi serio profesor de dibujo técnico.

No es que estuviera la perspectiva en la mayoría de los dibujos mal hecha, es que no estaba. Teniendo en cuenta que según la (tramposa) Wikipedia la perspectiva es “dibujar para recrear la profundidad y la posición relativa de los objetos...[...]...llamándose también al conjunto de circunstancias que rodean al observador, y que influyen en su percepción o en su juicio”, ¿acaso eso debe tener una lectura psicológica?; ¿incapaz de ver las figuras con la perspectiva necesaria para representarlo en papel?, que duro es analizarse uno mismo, que difícil discernir algo tan profundo sin ser auto-condescendiente.

He necesitado de toda una tarde rodeado de personas a las que conozco desde hace menos de seis meses, en un entorno completamente distinto al que me encontraba cuando llevé a cabo esos dibujos, para recordar que no hacía esa perspectiva a mano alzada porque nunca se me dio bien dibujar sin escuadra y cartabón, y es que el dibujo en perspectiva de una pieza industrial a mano alzada contiene todo el arte espontáneo y bello de lo artístico mientras que las líneas en diferentes planos para recrear planta y perfil es burocrático y demasiado encorsetado.

Hoy no paro de dibujar en el cuaderno que siempre me acompaña dibujos a mano alzada de perspectivas de edificios, tipografías y objetos industriales.