Necesario Busfield.

Hay actores que logran hacerse un hueco en nuestro imaginario gracias a un una placa de agente del Tesoro y un grupito de colegas intocables; otros siendo desmembrados tras tocar los huevos más de lo deseable al Imperio Británico; otros que se lo ganan calándose un Fedora y armándose con un látigo y otros que lo consiguen a base de estar, simplemente permanecer.

Timothy Busfield es de los últimos. Recuerdo como muy a finales de los ochenta este tipo interpretaba a un tal Elliot en una serie que marcó (por lo visto) a una generación (“Treinta y tantos” (1987-1991); yo poco recuerdo de la serie salvo que salia el tan Busfield, que se llamaba Elliot y que era pelirrojo. Se ve que tenía buen agente, porque consiguió que le colaran en el reparto de una de las películas más recordadas por muchos de los nacidos a finales de los setenta, “Campo de sueños” (1989). En ella interpretaba al cuñado tocapeotas de Kevin Costner que se empeñaba en hacer ver a Amy Madigan, su hija y el héroe por autonomasia de los ochenta (y parte de los noventa, para mi de siempre) que en aquel campo de béisbol en medio de Iwoa no había un grupo de malhablados y fantasmas (en su acepción no metafórica) beisbolistas echando unas pachanguitas de ese deporte tan extraño.

Ya iba calando Tim, pero terminó por instalarse en mi imaginario televisivo apareciendo regularmente en mi serie favorita; la que defenderé por encima de todas las cosas por contener los mejores diálogos jamás escritos para televisión (¿y cine?): “El ala oeste de la Casa Blanca” (1999-2006). Danny Concannon era ese periodista incisivo, listo, seductor de C. J. Cregg y ganador de varios Pulitzers “desde la última fila” e inspirador de Russel Crowe en la interesante “State of play” (2009).

Luego vino su memorable papel del realizador Cal Shanley en “Studio 60” (2006-2007) en otra maravilla de Aaron Sorkin (sí, ese genio de “El ala oeste...) que ya se encargaron de joder los directivos de la NBC cancelando la segunda temporada antes de empezar a rodarse.

Y mientras tanto un papel como director de Tv movies y series (lo que hace en la vida real también, y con éxito) en “Entourage” (2004-2011), otra serie imprescindible.

A veces no hace falta ser Indiana Jones, Han Solo, Darth Vader, Michael Knight; Robin Hood; Hannibal Smith o McGyber, Timothy Busfield se ha ganado un lugar en mis afectos audiovisuales, ha estado ahí desde que empecé a ver tele “adulta” casi a comienzos de los noventa y allá donde han ido mis gustos el ha encontrado un hueco.

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