¿Causa y efecto?

La familia Vinyard es el ejemplo de la felicidad: el padre es un bombero valeroso y la madre un ama de casa afable, los hijos son buenos estudiantes y de ellos, el mayor, es ademas un buen deportista. Planean el día siguiente mientras la conversación deriva en el discurso racista del padre frente al entusiasmo del chaval ante uno de sus profesores (negro) y las enseñanzas de este (tolerancia, respeto por los demás, etc.).

Meses después el padre acude con su unidad a un barrio (negro) problemático y muere en el incendio. A partir de ahí Derek, que así se llama el hijo mayor, encamina sus pasos a una banda skin head, que lidera, y al asesinato brutal de un negro que intentaba robarle la furgoneta.

¿Causa y efecto? En absoluto. El hecho de que el padre le influenciara con un discurso racista no ha de convertirle en un nazi asesino. Los traumas generan confusión y equivocaciones a la hora de elegir el camino. No todo el mundo está a salvo del trastorno ocasionado por el shock ante la muerte inesperada de una figura tan importante para un adolescente como la del padre.

Sólo es una película, American History X (Tony Kaye, 1998), pero el viernes un tipo llamado Anders Behring Breivik asesinó a 92 jóvenes “porque, aunque era horrible, era lo que tenía que hacer por el bien de Noruega”. Los asesinados y los que lograron salvar sus vidas estaban pasando la semana en la Isla Utoya en unos seminarios que organiza la rama juvenil del Partido Laborista Noruego, eran chavales que creían en la política como medio para mejorar la sociedad mientras que un cruzado rubio y bien parecido, inteligente, con estudios, culto y amable que no se que libros y periódicos ha leído, padres ha tenido, televisión y películas ha visto o que coño le pasó de pequeño pensó que lo que hacían era tan anti-noruego que mejor destruirlo.

Llegar al germen que ocasionó tanto odio no es algo fútil, debemos llegar al origen para poder analizar el modo en que no vuelva a suceder. Nadie sabía que pergeñaba este “noruego auténtico” anti-multiculturalista masón y conservador, pero si es cierto que el segundo partido más votado de Noruega en las últimas elecciones tiene un marcado, y no disimulado, acento ultra nacionalista, xenofobo y reaccionario. ¿Nada que ver? evidentemente este partido ha declarado su rechazo ante tal acción.

92 muertos por una acción terrorista en uno de los países con mejor calidad de vida. Noruega ya no será la misma.