Favreau por Favreau.


Jon Favreau es el director de, entre otras, Iron Man e Iron Man 2, además de actor (por ejemplo Very bad things). Es un tipo que tiene un muy buen agente y muy poco cuello.


Jon Favreau es el redactor jefe de los discursos de Barack Obama y tiene treinta años recién cumplidos, y algo más de cuello.

Entre ambos no hay parentesco pese a tener el mismo nombre de pila y el mismo apellido, sin embargo uno del otro no pueden tener dos trabajos tan distintos.

Mientras uno hace películas el otro escribe lo que el Presidente de los Estados Unidos ha de decir en público. El primero tiene que controlar un presupuesto de cien millones de dólares para crear un vehículo de entretenimiento y a ser posible de beneficios a las majors; al segundo le basta con crear unas frases que den confianza al electorado, al pueblo en general y a los dirigentes del partido demócrata (por ese orden) para hacer correctamente su trabajo.

Pero a estas alturas del post me pregunto: ¿existe tanta diferencia entre el cometido de cada uno?

La demagogia me haría escribir que el Favreau joven (el político) también monta sus películas para que el pueblo, americano o no, trague con subidas de impuestos, recortes sociales y una posible bancarrota con la ayuda del Tea Party, que como un Sam Seaborn o Toby Ziegler aventajado nos está haciendo creer que el milagro Obama continúa.

El otro Favreau (el director) trata de evadirnos de esos mismos problemas mezclando extraterrestres y vaqueros (Cowboys vs. Aliens) y con chulescos superhéroes siendo la gran diferencia que uno lo hace en la sombra y el otro al menos pone su nombre en los títulos de crédito.

Me ha salido un post un tanto hipócrita, en realidad me cae bien Obama y admiro al joven escritor de discursos. No se en que coño estaría pensando al relacionar esos dos nombres que suenan igual pero contienen diferente música.

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