Stanley

Se cuenta que el rodaje de “El rostro impenetrable” era un campo de batalla donde el enorme ego de Marlon Brando chocaba frontalmente con el de Stanley Kubrick, director elegido por el primero para rodar el western.
Se debieron arrepentir ambos de haber cruzado sus caminos puesto que en una reunión para tratar de resolver los problemas y, frente a otros integrantes del equipo de rodaje, Brando instaló un gong que utilizaría, al hacer sonar, para limitar el tiempo de intervenciones y así que todos pudieran expresarse libremente.
Cuando le llegó el turno a Kubrick y justo antes de que de sus labios saliera la primera sílaba el bueno de Marlon hizo sonar el gong y el genial director neoyorkino abandono el rodaje y dejó al, no menos genial, actor dirigiendo la que sería su primera (y única) película.

Kubrick no debía ser un fulano fácil de tratar, existen más artículos dedicados a su leyenda de cabrón con megáfono que de su excelente carrera como director de cine. De pocos cineastas se puede decir que no tengan en su filmografía una mala película, Stanley la tiene inmaculada. Desde aquel debut noir “El beso del asesino” que pude ver una madrugada hace la tira de años hasta la morbosa e inteligente “Eyes wide shut”.

Su genialidad no tenia porque estar reñida con su mala leche, se puede pedir las cosas por favor y al mismo tiempo pintar la Capilla Sixtina, pero al menos nos quedan treces extraordinarias películas con las que podemos aprender un poco más de la condición humana.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jodido

Consecuentes

El trabajo más hermoso del mundo